“Cuando amas y te dejas llevar, descubres que en los pobres está Dios”
Este domingo, 23 de octubre, se celebra el DOMUND (Domingo Mundial de las Misiones), con el lema “Seréis mis testigos”. Es el día en el que toda la Iglesia reza especialmente por la causa misionera, y organiza una colecta para colaborar con ella. Es, asimismo, la oportunidad de colaborar con el Papa en el sostenimiento de la misión de la Iglesia en los 1.117 territorios de Misión.
Esta labor se hace en la Iglesia a través de las Obras Misionales Pontificias, que este año 2022 celebra los 200 años de su fundación, y también es el año de la beatificación de su fundadora, Pauline Jaricot.
La labor de la Iglesia en los 1.117 territorios de misión es ingente. Lo demuestra el hecho de que cerca de la mitad de las escuelas que la Iglesia católica dirige se encuentran en estos territorios, y lo mismo sucede con el 30% de sus instituciones sociales, como hospitales u orfanatos. En los últimos treinta años, la Iglesia ha abierto en las misiones 21.092 instituciones sociales y 72.295 instituciones educativas. Para hacerse una idea de su magnitud, es como hubiera abierto 2 instituciones sociales y 6 instituciones educativas al día.
Por eso es fundamental participar activamente en la misión, no solo con un donativo, sino con la oración y con el tiempo, porque en España, por ejemplo, hay 1.689 voluntarios en las Delegaciones diocesanas de misiones y en las parroquias, trabajando en la sensibilidad misionera, y cada año desde España se calcula que unas 10.000 personas, especialmente joven, dedican sus vacaciones a vivir una experiencia misionera, hecho que en muchos casos se convierte en un voluntariado recurrente, de mayor duración.
El Domund en nuestra diócesis
El pasado miércoles se presentaba, ante los medios de comunicación asturianos, la campaña del Domund en nuestra diócesis. En la presentación, que tuvo lugar en la sede de la Delegación de Misiones, participaron el Delegado episcopal, Pedro Tardón la misionera Pilar Bobes, de la congregación Hijas de María Madre de la Iglesia y el misionero Comboniano Ramón Pascual.
En su intervención, el Delegado episcopal de Misiones anunció que nuestra diócesis había sido una de las más generosas en la colecta del año pasado, donde se recaudaron 364.808,64 euros, entre parroquias, colegios y otras instituciones. Hay, además, 126 misioneros asturianos repartidos por 40 países del mundo, de los cuales 70 son mujeres y la mayor parte se encuentran en el continente americano.
En este continente desarrolló la mayor parte de su labor pastoral como misionero el religioso Ramón Pascual, natural de Valencia, quien tras una experiencia de diez años en la República Centroafricana, fue enviado a México, y también a América central, primero Nicaragua y después Guatemala, donde ha permanecido los últimos trece años.
La hermana Pilar Bobes es asturiana, natural de Noreña, y vivió en México y Colombia, aunque su último destino fue Mozambique, de donde regresó, para su jubilación, hace tan solo unos meses. Allí vivió en una comunidad situada en una zona muy aislada de toda población y de cualquier servicio mínimo, con lo que tuvo que “aprender a vivir de nuevo, dándote cuenta de dónde estás, de a qué has ido y eso te hace ir a lo esencial: hay que trascender, no mirar solamente a lo inmediato, sino amar y dejarte llevar. Cuando haces esto –afirma– entonces ves que son ellos los que te llevan a ti, porque descubres que en los pobres está Dios, y allí lo palpas muy fuertemente. Palpas a Dios, que está contigo, a través de ellos”.
Allí la comunidad, entre otras actividades, dirigía una pequeña escuela para niños pequeños, a los que las religiosas acogían para permitir que sus madres pudieran ir a trabajar. “Allí el niño no cuenta para nada –afirma–. El niño tiene que trabajar, ir al río, traer leña, cuidar de su hermanito, y no puede jugar, no puede ser niño. Eso nos motivó –dice– para crear esta escuela. Allí los niños toman un desayuno, porque llegan sin haber comido nada, y antes de marchar les damos su almuerzo, para que, hasta las cinco de la tarde que llega su mamá del campo, tengan su tripita llena. Allí aprenden portugués, a jugar con normas establecidas, etc”. Además de esta actividad, las hermanas visitan las diferentes comunidades de la zona a las que pertenece la parroquia, cuidan de los enfermos, dan catequesis y sobre todo, “están”: “Llegué a aprender palabras en Changana, el dialecto, y también hablo “portuñol”, como decimos allí; pero para las catequesis, por ejemplo, necesitamos un traductor. Así nos comunicamos con las once comunidades alejadas del núcleo donde nosotros estamos, que es la parroquia: hay que ayudarles, evangelizarles, hacer acto de presencia para que sepan que no están solos, que hay allí unos padres y unas hermanas que los quieren, que vinimos a vivir con ellos, a sufrir, cuando hay que sufrir, a reír, cuando hay que reír”.
La misión de la Iglesia, en cifras
• Hay 1.117 diócesis consideradas territorio de misión. Son, en total, un tercio de las diócesis de la Iglesia universal. En ellas se celebra uno de cada tres bautismos del mundo.
• Esos territorios de misión ocupan el 37,67% de la superficie de la tierra, y en ellos vive el 40% de la población mundial.
• En Europa no quedan territorios de misión. En África, hay 518, seguida de Asia, con 481. En América, 72 y en Oceanía, 46.
• El último territorio de misión constituido es la diócesis de Tshilomba, en el sureste de la República Democrática del Congo, creada por el Papa el pasado 25 de marzo.
• Cerca de la mitad de las escuelas de la Iglesia católica, y el 30% de sus instituciones sociales –hospitales, orfanatos, residencias– se encuentran en misiones.
• En los últimos 30 años, la Iglesia ha abierto en las misiones 21.092 instituciones sociales y 72.295 instituciones educativas.